El planeamiento urbanístico es para prever, organizar, adelantarse, resolver, crear bienestar y servicios con un uso razonable del suelo.
En Oleiros en cambio es la dosificación del suelo a conciencia y conveniencia de grandes explotadores que, como el propio alcalde, se dedican a la especulación.
No se resuelve el problema de la vivienda que resulta inaccesible para nuestros jóvenes pero tampoco se resuelve el de la movilidad y en cuanto a dotaciones públicas es evidente el estado de abandono y dejación.
Pero se sigue construyendo, aquí una plaza, allí un jardín y todo parece maravilloso.
La naturaleza desaparece para dar lugar al negocio.
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