Ya sabemos que es una exageración, pero el descuido, la falta de mantenimiento y posiblemente fallos en su rehabilitación, han llevado a esta finca singular a un estado lamentable y si fuera la única estructura o infraestructura municipal que sufriera esta desidia, lo cual sería igualmente lamentable, pues no sería más que una excepción.
Pero el problema es que es la regla general : el dejar pudrir y descuidar cuanto pertenece a todos los oleirenses.
La carrera por hacer cosas nuevas y venderlas, como único objetivo propagandístico, hace olvidar todas aquellas que ya se han construido.
Lamentable: trece concejales con dedicación exclusiva y siete asesores y nadie se ocupa de nada. Singulares.
Imágenes y captura: Cedidas y www.lavozdegalicia.es